Nuestra Señora se detuvo en las costas del Océano Pacífico, comenzando simbólicamente su peregrinación pro-vida “De Océano a Océano”. Al concluir las reuniones en Vladivostok, las personas se despidieron de Nuestra Señora, de manera sincera y emocional, con lágrimas en los ojos. Su partida se realizó luego de la liturgia en la mañana del 15 de junio en la iglesia ortodoxa de San Nicolás. De acuerdo a las instrucciones del Comité Internacional, nuestros amigos comenzaron su difícil viaje desde las costas del Océano Pacífico,
y atravesarán los Montes Urales y Siberia. Pero antes, manejaron por la península, símbolo de Vladivostok, hasta llegar a la orilla del Pacífico y sacaron el Icono de la van para que simbólicamente toque el agua. Las personas notaron todo este movimiento y luego quisieron seguir a la van. Con alegría ayudaron a cargar el pesado Icono, orando con emoción, deseándole un buen viaje a la Madre de Dios.
Mientras tanto, hubo problemas con el equipo fotográfico. La cámara como la grabadora presentaron problemas. Sin embargo, con paciencia, se pudo lograr la histórica foto que adjuntamos a la nota.
Era el viernes en la noche y había un gran congestionamiento en el tráfico, tanto para salir como para entrar a la ciudad. Se hizo tarde y la vía para llegar al tren estaba completamente cerrada. Parecía imposible tomar un tren a tiempo. A pesar de todo, Galina e Igor pudieron alcanzar a tomar un tren para Krasnoyarsk, mientras la Madre de Dios viajaba por cuatro días en carro.