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La llegada a la ciudad de Badajoz fue también con la escolta de la policía local, hasta la Ermita de la Soledad.  patrona de Badajoz, y que en este año va a celebrar la ceremonia de su Coronación Canónica. En el acto de recepción esperaban autoridades civiles y religiosas, pero el retraso en la llegada, provocó que el alcalde no pudiera asistir a la recepción. Aún así había en la plaza de la Soledad más de 700 personas esperando a la imagen, que entró entre la muchedumbre en la ermita a hombros de los costaleros de las hermandades de Semana Santa de Badajoz. Aquí se hizo la presentación, la Exposición del Santísimo, y durante toda la noche, en los turnos de vela se fueron sucediendo las meditaciones en las horas impares: la una, a las tres, a las cinco y a las siete. Después se hizo la reserva del Santísimo.

Día 2 de marzo. A las 10:00 salió el Icono en una procesión que duró una hora por las calles de Badajoz. Estaba presente y representado todo Badajoz, Acompañaron los guiones y estandartes de las hermandades y cofradías, miembros de asociaciones infantiles y juveniles como los Scouts, la banda de música, un piquete de honor, con militares del regimiento Castilla 16, con traje y armamento de época, del siglo XVIII, y nuevamente la imagen fue portada por los costaleros de la Semana Santa. La procesión transcurrió por las calles de la zona antigua y pasó frente a la catedral, para ir hasta la iglesia de San Agustín donde se hizo una ofrenda floral a la Virgen de parte de los niños de colegios, asociaciones y de todo el que quisiera participar. Se llenaron varios cestos de flores.

Después de esto, a las 12:30 comenzó la Misa de despedida del Icono, y del final de la peregrinación por España.oneofus

En la Misa hubo constantes peticiones a favor de la vida y de su defensa, y en la puerta de la iglesia, miembros de una de las asociaciones de defensa de la vida, tomaron firmas de apoyo a la iniciativa legislativa popular europea One of Us, para la defensa y el respeto a la dignidad de la vida, que fué apoyada por SS Benedicto XVI en uno de sus últimos Angelus.

Terminada la Santa Misa se hizo la entrega simbólica del Icono al equipo portugués que la llevaría hasta el Santuario de Fátima, en Portugal.