El 13 de marzo, alrededor de las 16h00, el Icono de Nuestra Señora de Czestochowa arribó a la Catedral de Viana do Castelo, construida en el siglo XV. Entró en la iglesia en procesión solemne mientras las campanas replicaban.
Después del canto de entrada -Magnificat- y de pasar el incienso en el altar, el párroco, sacerdote Armando Rodrigues Dias, dio la bienvenida a la Virgen María con una oración de agradecimiento y de alabanza a Su materna presencia. Pidió por su intercesión por las necesidades de la Iglesia y concretamente por la elección del Santo Padre. Y la coincidencia de la visita de Nuestra Señora y la elección de nuestro querido Papa Francisco fue muy reconfortante para todos. Fue la oración por la vida y por todos los hombres y mujeres, especialmente por los más débiles y pobres del mundo, lo que dejó en todos una gran huella.
María nos acompañó con su testimonio de fidelidad, sabiduría y promesa a Dios. Esta presencia tan maternal nos trajo el recuerdo del Beato Juan Pablo II.
Después de eso, Nuno Prazeres compartió con la asamblea algunas ideas importantes de la Persona y Misión de la Virgen María y el significado del Icono de Czestochowa.
Luego, se expuso el Santísimo Sacramento y se rezaron las Vísperas. Después de nos minutos de silencio, se rezó el Rosario de la Vida y se continuó con la Santa Misa. Muchas personas participaron de estos momentos, pero en especial de la Santa Misa.
El Icono estará en la diócesis hasta el domingo 17 de marzo.