La noche del lunes 12 de mayo, en el Icono de Nuestra Señora de Czestochowa llegó hasta el Centro del Milenio de los jesuitas (JOM). Una tormenta eléctrica se aproximaba, mientras la Madre de Dios recorría las calles de Chicago en su nuevo “móvil de la vida”.
La lluvia, sin embargo, esperó hasta que la ceremonia de bienvenida tuvo lugar en la calle, en frente de la entrada. La idea de construir un gran centro de evangelización para la comunidad estadounidense de origen polaco que vive en el área de Chicago, apareció en 2000. De ahí el nombre: Centro del Milenio. Fue construido muy rápidamente como Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, donde se realizan numerosas actividades pastorales. Gracias a las grandes instalaciones, el centro organiza muchos eventos culturales y programas educativos. Todas las misas se celebran en polaco. Hay algunos grupos pastorales que hacen su trabajo aquí, como: Consejería para la Familia, Iglesia en Casa, Adopción Espiritual de los Niños no Nacidos, la Milicia Inmaculada, la Comunidad "Jazmín", que ayuda a los padres y los niños con necesidades especiales, un grupo de apoyo para personas en duelo tras la muerte de un ser querido, y un refugio llamado "Lázaro" para las personas con problemas de adicción. Los niños y los jóvenes también se reúnen en equipos de exploración, obras parroquiales y reuniones.
El Centro colabora con la estación local de radio católico polaca-americano llamada "Deon", a cargo de los padres jesuitas, en Chicago. Transmisiones en vivo diarias se realizan durante las misas de la tarde, y también las de los fines de semana, que tienen gran acogida.
El Icono de Czestochowa fue llevado a la iglesia-capilla por hombres con uniformes históricos Kosciuszko. Los escoltas de honor de Nuestra Señora mostraron repetidamente sus espadas durante la ceremonia. El Icono se situó al lado derecho del altar, rodeado de hermosas flores blancas.
Los adolescentes y los niños con el personal del grupo de Teatro "Rzepicha" saludaron a la Virgen recitando poesía mariana polaca. La Invocación de Pan Tadeusz tocó los corazones de todos. Además, la iglesia estaba llena hasta el borde.
La misa fue transmitida en vivo por Radio Deon, comenzó a las 19h05. El celebrante principal fue el padre Joseph Birecki SJ, superior del centro, concelebrada con otros sacerdotes, incluyendo al padre Jerzy Karpinski SJ y el padre SJ Marian Kozina, quien dirigió el sermón. Durante el discurso de bienvenida, a la Virgen María se le dio publicidad como la verdadera Ayuda de los Afligidos, siempre inclinada sobre sus hijos, que somos todos.
Después de la Sagrada Comunión, Ewa Kowalewska dijo unas pocas palabras como parte de la coordinación internacional de la peregrinación "De Océano a Océano". Alentó a la adoración, tanto pública como individual del Icono. Recordó que el Icono es el camino al cielo, a través del cual Dios se ve y la Inmaculada mira a su pueblo. Ante el Icono Peregrino de Czestochowa han orado más de 6 millones de personas, de 26 países diferentes. Ewa también agradeció a la gente por su gran compromiso y amor, visible en sus rostros, a la Madre de Dios.
El padre Birecki renovó el Acto de Consagración para la protección de la civilización de la vida y el amor en las manos de la Santísima Virgen. Después de recitar la Letanía de Loreto, la gente comenzó la veneración individual del Icono. Las personas hicieron largas filas para poder estar enfrente de Ella. Como siempre, el hermano Adam Borek SJ, estaba pendiente del cronograma de actividades. Muchas personas tuvieron que abandonar la iglesia, ya que al día siguiente tenían que trabajar temprano. En sus caras eran visibles ciertas lágrimas. Fue una noche muy emotiva, llena de oración y de gracia excepcional. La adoración duró hasta la medianoche.
Por la mañana, las oraciones continuaron y se celebraron algunas misas en polaco. Los grupos parroquiales, incluyendo la Comunidad de Vida Cristiana, personal de la biblioteca y el grupo "Iglesia en el Hogar", lideraron las oraciones de adoración.
Por la tarde, a las 17h30, el “móvil de la vida”, condujo a la Madre de Dios hasta la siguiente iglesia. El padre Birecki rezó la oración de San Juan Pablo II a partir de la encíclica "Evangelium Vitae", y cantó el himno solemne "Te Deum". El “móvil de la vida” llevaba también una urna especial con el diseño de una corona real. Era tan alta que el conductor debía tener cuidado de no tropezar con nada en el camino. Se veía impresionante y fue una confirmación de que los lugareños siempre reciben a la Madre de Dios fantásticamente y con honores.