Mientras la peregrinación del Icono de Czestochowa continúa en Letonia, vemos incrementar el interés en las personas. Las reuniones congregan multitudes y el interés crece en los medios de comunicación. La Madre de Dios fue saludada por la iglesia romana católica de la Santísima Trinidad en Riga, el miércoles en la mañana. El pastor, viendo la iglesia llena de personas, a pesar de ser temprano en la mañana y siendo un día de trabajo, bromeó diciendo que solo la Madre de Dios podía reunir a tantas personas en la iglesia.
Definitivamente, la iglesia estaba llena, y largas colas se veían para la confesión.
La siguiente iglesia en Riga, Cristo Rey, también se llenó de fieles. Después de misa, las personas formaron una larga fila, ya que el pastor permitió que se aproximaran y que tocaran al Icono. También entregaron estampillas con la imagen de Nuestra Señora y la oración pro-vida, para que se la lleven a sus casas. Las emociones fueron muy fuertes, algunos hasta lloraron. Así fue aquí y en todas partes.
El martes, el Icono de Czestochowa visitó el santuario mariano en Madona, donde los participantes recibieron rosarios y material pro-vida junto a una petición de oración pro-vida. Diana, la coordinadora de la peregrinación en Letonia, colocó pacientemente fotografías ampliadas de un niño en desarrollo prenatal y distribuyó material pro-vida.
Hubo una reunión interesante con Nuestra Señora en un asilo de ancianos con hombres mayores. Los abuelitos saludaron a María con galantería y gran entusiasmo. En el poblado de Ogre, prácticamente se confesaron toda la parroquia y los peregrinos. Nuestra Señora activa nuestra fe y nos llama a dar testimonio, a una mayor participación en la comunidad, especialmente en la defensa de la vida humana.
Ella fue al centro de Riga en el “Móvil Vida”. Diana estaba muy feliz, ya que por mucho tiempo había soñado para que todas las personas en la calle pudieran ver a Nuestra Señora. En la Ciudad Antigua en frente de la iglesia María Magdalena, donde se realizó una vigilia nocturna, un hombre se acercó al “Móvil Vida” y al verlo vacío preguntó qué era. Cuando le contestaron que era un altar, el hombre dijo: “No soy creyente, pero esto es muy interesante y me recuerda al papa móvil. Luego entró a la iglesia a “ver” el Icono.