¡Es increíble cómo pasa el tiempo! Desde hace un año que el Icono Peregrino de la Virgen de Czestochowa se encuentra en Ecuador. El año pasado fue recibido con honores en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, en Tababela, por Monseñor Danilo Echeverría, Obispo Auxiliar de Quito.
El primer evento donde el Icono estuvo presente fue la caminata por la vida en la ciudad de Santo Domingo, donde recorrió toda la diócesis. Ahora, un año después, el Icono acompañó también a los defensores de la vida humana en la ciudad de Quito.
El “Día del niño por Nacer”, se celebra internacionalmente cada 25 de marzo, justo 9 meses antes de la Natividad del Señor. El sábado 24, la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de Quito, organizó una marcha ciudadana denominada “El Amor en Movimiento”, en defensa de la vida y los valores familiares. Dicha caminata partió a las 10h00 del Parque El Arbolito hasta la Plaza Grande, en el Centro Histórico de la capital ecuatoriana.
La caminata era precedida por la Banda de Paz de ex alumnos del Colegio San Pedro Pascual; luego, en la parte de atrás de una camioneta, venía el Icono de Nuestra Señora de Czestochowa adornada con flores y custodiada a ambos lados por jóvenes del movimiento Juan XXIII; después los demás participantes de la marcha que copaban de 10 a 12 cuadras.
Edgar Heredia, miembro del movimiento eclesial Equipos de Nuestra Señora, participó en la organización del evento. “Todo estuvo perfecto, teníamos personas con carteles defendiendo la vida y la familia y fue preciso tener a Nuestra Señora con nosotros. La gente, aunque no conocía bien esta advocación, se acercaba para rezar frente a Ella”, comentó.
Durante la caminata los manifestantes corearon algunas frases provida como: “La vida es bella, apuesta por ella”, “La vida comienza en la concepción, no cuando diga la constitución”, y “Mi madre dijo sí, por eso estoy aquí”.
La marcha ciudadana comenzó y terminó con un Avemaría. Al llegar a la Plaza Grande, Mons. Echeverría, quien también es Presidente de la Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, bendijo a las mujeres embarazadas y las consagró a la Virgen María. Además pidió por las familias que no pueden tener hijos. Luego se rezó la oración de San Juan Pablo II que se encuentra al final de la encíclica Evangelium Vitae.
Mons. Danilo, pronunció unas palabras de agradecimiento a los participantes y animó a tener presente la misericordia y el perdón de Dios. Recordó a los participantes que “tenemos que destacar en todo momento la belleza de la vida, protegiendo y cuidando a las mamitas embarazadas, y extendiendo la mano si hace falta para que no se sientan solas”.