En la tarde del 9 de agosto, el Icono de Czestochowa llegó a Vilnius. En frente de la iglesia de Santa Teresa los fieles se reunieron en oración, esperando la imagen de la Virgen Negra. Todos los que llegaron a la iglesia no pudieron resistirse a visitar la Puerta del Amanecer, un santuario sagrado para los residentes de la capital.
Los fieles anticiparon la venida del Icono rezando el Santo Rosario en polaco y en lituano. Monseñor Jan Kasiukiewicz, pastor de la parroquia Santa Teresa y custodio del Santuario de la Puerta del Amanecer, encabezó la ceremonia de llegada del Icono, así como las oraciones devocionales. Los fieles se arrodillaron frente al Icono de Czestochowa mientras entraba en procesión a la iglesia, luego fue colocado en un altar donde una copia de “La Que Brilla en la Puerta del Amanecer” se coloca en la novena de la Santísima Virgen María de Aušros Vartai.
Durante las largas horas de vigilia, que se hicieron en polaco, lituano y ruso, los fieles meditaron los misterios gloriosos del Santo Rosario, leyeron oraciones en honor a la Santísima Madre y el coro parroquial entonó hermosas canciones durante la ceremonia. Su Excelencia, el obispo Arunas Poniszkaitis, dependiente de la diócesis de Vilnius, fue el celebrante principal de la Santa Misa, tanto en polaco como en lituano. En su homilía, el obispo recordó el pasaje del evangelio de las Bodas de Caná. Anotó que esta hermosa historia describe el rol de la Santísima Virgen María en la historia de la salvación.
“Estamos cerca de la Puerta del Amanecer, donde la Madre de la Misericordia nos mira humildemente desde hace muchos siglos. Nos gozamos en su intercesión y sentimos su cuidado materno y su protección. Esta misma Madre de Dios atrae a los fieles a Czestochowa, Lourdes y Fátima, y a varias partes del mundo. Ella nos recuerda que la fe nos une a todos en una sola familia como hijos de Dios, siendo de diferentes culturas y lenguas. No solo estamos, como peregrinos, cuidados por Ella, como Madre de Dios, sino que se apresura a protegernos y a derramar las gracias de Dios (como Mediadora de todas las Gracias). Ella nos atrae una y otra vez hacia al mayor tesoro, que fue dado por Dios a nosotros, Jesús, el Cristo, Emanuel, Dios con nosotros y por nosotros”, explicó el obispo.
Después de la misa, los fieles se aproximaron al Icono de Nuestra Señora de Czestochowa, llevando también a los niños y a los ancianos, junto con sus familias. Algunos utilizaron su tiempo meditando sus oraciones, ofreciendo a Nuestra Señora sus preocupaciones de la vida diaria, mientras otros se acercaban al Icono para tocarlo con sus Rosarios, estampitas y otros objetos devocionales. Una amplia multitud se reunió en torno al Icono, muchos fieles sintieron el poder de la gracia que emanaba del Icono. Todos creyeron que la Virgen Negra intercederá con Su Hijo por cada petición, diciéndole: “No tienen amor, salud, esperanza…”, y su tierna y maternal mirada convencerá a los fieles: “Hagan lo que Él les diga”.