La hermosa iglesia en Sokółka de San Antonio de Padua reunió a una gran multitud de personas que deseaban estar con el Icono de Nuestra Señora de Czestochowa, el domingo 12 de agosto. Esta parroquia en Sokółka es conocida por el milagro eucarístico del 2008, cuando una hostia consagrada se convirtió en un pequeño pedazo del tejido muscular del corazón, evento que fue confirmado por dos patólogos independientes y una comisión eclesial, al momento está en la espera de ser aprobado por el Vaticano como un milagro auténtico.
Nuestra Señora de Czestochowa fue recibida por el párroco local, sacerdote Stanisław Gniedziejko. El Icono fue llevado dentro de la iglesia de forma solemne y colocada en lo alto de un pódium. Luego de dar la bienvenida a los fieles reunidos, el arzobispo saludó con especial cariño a los hermanos ortodoxos que también habían llegado a recibir al Icono de Nuestra Señora.
El párroco presidió la liturgia de la santa misa y la homilía. Hizo notar que Nuestra Bendita Madre siempre nos lleva a Su Hijo. Ella es la Madre Dolorosa que co-sufre con Cristo, nuestro salvador y dador de Vida. Nuestro compromiso de proteger la vida requiere amor y sacrificio, que Dios pide de todos los cristianos. Al final de la liturgia, todos los presentes renovaron el Acto de Consagración a Nuestra Señora a la protección de la vida y de la civilización del amor.
Muchas personas expresaron su pena de que la visita de Nuestra Señora a Sokółka haya sido tan breve. Después de la misa y de una corta oración, era tiempo de decir adiós. El Icono de Nuestra Bendita Madre fue colocado en el “Móvil Vida” y se dirigió a Suprasl en compañía de una moto azul y de algunos carros, mientras muchos presentes se despedían de Ella con lágrimas en los ojos.
Más sobre el milagro eucarístico en Sokółka:
El 12 de octubre del 2008, un sacerdote se encontraba distribuyendo la sagrada comunión durante la santa misa. La hostia consagrada cayó fuera del copón. El sacerdote recogió la hostia y la colocó dentro del tabernáculo. Después de misa, se la transfirió a un recipiente para disolverla con agua en la sacristía. Una semana después, al abrir la caja de seguridad, una monja notó una mancha roja oscura en la hostia, que no se había disuelto, dando la impresión de sangre. El 29 de octubre del 2008, la hostia fue transferida del recipiente en la caja de seguridad al tabernáculo en la capilla. Al día siguiente, la hostia preservada fue removida del agua y colocada en el tabernáculo. El 7 de enero del 2009, se tomó una muestra de la hostia para un análisis independiente por dos patólogos, profesores de la Universidad Médica de Bialystok. Ellos expresaron lo siguiente: “el material que enviaron para analizar (…) en la evaluación de dos patólogos independientes (…) indica que, de todos los tejidos del cuerpo humano, lo que más se asemeja es al tejido del miocardio”. La comisión determinó que la muestra tomada pertenecía a la hostia consagrada que fue trasladada de la sacristía al tabernáculo en la capilla de la rectoría. No se encontró intervención o manipulación alguna. La comisión entregó a la Iglesia un documento para que lo envíen a la Nunciatura Apostólica en Varsovia para futuras investigaciones y aprobación de la Santa Sede. El evento en Sokółka no se opone a la fe y a las enseñanzas de la Iglesia, más bien las confirma. La Iglesia cree que con las palabras de consagración, por el poder del Espíritu Santo, el pan se transforma en el Cuerpo de Cristo y el vino en Su Preciosa Sangre. También se llamó a los ministros de la eucaristía a distribuir el Cuerpo de Cristo con fe y atención, y a los fieles a recibir la santa comunión con reverencia, dijo el padre Andrew Kakareko, canciller de la curia.
En el 2008, el arzobispo Ozorowski recordó a los presentes en la misa y en la procesión, que seguían los eventos del milagro eucarístico a través de la historia, “la sustancia del Cuerpo y la Sangre de Cristo están disponibles para los sentidos humanos, y esto también ocurrió en Sokółka”. Añadió que, el pequeño pedazo del 2008 de la hostia consagrada fue llevado en procesión hasta la iglesia de san Antonio en Sokółka, donde se la expone para la veneración de los fieles.