Francisco Villareal era apenas un joven estudiante tratando de salir adelante, cuando por casualidad leyó en un diario local que el gobierno estaba ofreciendo becas para aprender arte en Polonia. Sin conocer el idioma y solo con la noción de que era un país comunista, emprendió el viaje. Era un reto que no iba a dejar pasar. Francisco, oriundo de Tulcán, se enamoró allá y trajo a su esposa a vivir a Quito. Fue profesor - fundador de la Universidad San Francisco de Quito donde trabajó durante 30 años. Él es el nexo entre el Padre León Juchniewicz, custodio del Icono Peregrino de la Virgen de Czestochowa en Ecuador y la señora Nelly Peralta Viera, ambateña y restauradora.
Nelly Peralta, por su parte, conoce a la perfección la restauración de documentos y de obras de arte. Tuvo la suerte de ser formada por la doctora Ewa Wolska, de Polonia. Aprendió con ella justamente la técnica utilizada en el Icono Peregrino que es la técnica de pintura al huevo, o temple al huevo sobre madera. Ewa Wolska era una reconocida restauradora que visitó nuestro país en diversas ocasiones, en el marco de un convenio de hermandad entre Polonia y Ecuador, cuando Quito y Cracovia fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 1978.
La señora Nelly recuerda que Ewa fue muy generosa en compartir sus conocimientos con sus discípulos, sobre todo con un pequeño grupo, donde el vínculo de profesora – alumna pasaba a ser una verdadera amistad. También trae a la memoria que entre su mentora y el Papa San Juan Pablo II existía un nexo íntimo, seguramente ligado al arte. Así que el Icono de la Madona Negra tiene un amplio significado para ella, por eso no dudó ni un segundo en aceptar el reto que Francisco y el P. León le proponían: ayudar con su restauración.
“La Virgen María me cuidó desde que nací. Me dio polio a los 4 años y quedé totalmente paralizada. Mi abuela y mi tía pidieron a la Virgen que me devuelva la salud, y ellas me decían que yo era hija de la Virgen, así que me tomé bien en serio eso y me encomendaba a ella ante cualquier adversidad”, comenta Nelly con mucho fervor.
En un primer momento, la señora Nelly conversó por teléfono con la autora del Icono, Ewa Kowalewski, con la ayuda de la traducción del P. León. La señora Nelly, junto con su hija Paulina Moreno, que también es conservadora de arte, realizaron exámenes y pruebas para dejar por escrito un informe detallado y documentado del estado del Icono, justo antes de comenzar la pandemia que nos encerró a todos. Aunque el Icono no presenta problemas mayores, sí existe un desprendimiento de las capas pictóricas, por los cambios que ha sufrido en sus distintos viajes por América. Luego, para documentar el informe que se envió a Polonia, Francisco realizó la traducción.
La Virgen ahorita está consolidada, fumigada, conservada y un tanto restaurada, como explica la señora Nelly, “Hubo que restaurar sobre todo la parte de la aureola, tocó consolidar y planchar, porque hay que fijar el color con una temperatura adecuada, con equipo y materiales adecuados. Utilicé los mismos materiales que la autora para que todo quede perfecto”.
Para ella y para su hija Paulina, tener el Icono Peregrino en su casa ha sido una verdadera bendición, pero a su vez mucha responsabilidad. Casi no ha salido, a penas a dos o tres lugares específicos como a una parroquia cercana, pero eso sí, la han ido a visitar muchas personas, desde muy mayores hasta bebitos pequeños. Han llegado familias enteras a cantarle y a rezarle, y eso, indica la señora Nelly, es muy emocionante.
El Icono Peregrino de Nuestra Señora de Czestochowa se encuentra listo para seguir su recorrido, pues ya las restricciones sanitarias están más flexibles, pero como indica la señora Nelly se debería seguir las recomendaciones técnicas que ella ha indicado para que el proceso que ha realizado en el Icono dure. Estas recomendaciones son: no realizar cambios bruscos de temperatura, en lo posible no visitar lugares demasiados húmedos ni demasiado cálidos, y no recibir luz natural de manera directa.
Esperemos que muy pronto el Icono pueda seguir visitando lugares y conociendo personas entusiasmadas en defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural.