Szczecin recibió a Nuestra Bendita Madre en el Icono de Czestochowa con mucha hospitalidad. Aquí se dieron muchas reuniones en poco tiempo, y en todas partes mucha, mucha gente.
Primero, el Icono paró en el distrito Solar en una hermosa y moderna iglesia bajo el patrocinio del Corazón Inmaculado de la Virgen María. A las 20h00 salió desde ese lugar una caravana de vehículos. Los carros con banderines acompañaron el iluminado santuario con ruedas del Icono de Czestochowa. Algunas de los banderines recordaban las marchas por la vida en Szczecin, que actualmente son las más concurridas en Polonia. Colocadas en palos de pesca, los banderines parecían alas de ángeles. La vista era espectacular, especialmente sobre los puentes.
Alrededor de las 21h00, Nuestra Señora visitó la hermosa Catedral de Santiago en Szczecin, desafortunadamente, fue una visita rápida, pues no había mucho tiempo para no estar con el cronograma atrasado al final del día. La oración fue dirigida por el obispo Blazej Kryszlowicz.
El siguiente lugar de la peregrinación “De Océano a Océano” en defensa de la vida, fue la parroquia ortodoxa de san Nicolás, donde se cantó el Akathist.
Al terminar la tarde, o más bien al comienzo de la larga vigilia nocturna, el Icono llegó a la basílica de San Juan Bautista, que ya estaba llena de feligreses. A Su llegada se celebró la santa misa, que fue celebrada por el arzobispo Andrzej Dziega, obispo metropolitano de Szczecin-Kamien. La vigilia nocturna fue liderada por los jóvenes pro-vida de Civitas Christiana, los miembros de la Renovación Católica, los de la Coronilla de la Misericordia y la familia de radio María. A la 1h00 se celebró una misa con veinte sacerdotes. A pesar de lo tarde de la hora, la basílica no se quedó vacía sino hasta el día siguiente, cuando se celebró la misa de despedida. El Icono de Czestochowa salió con destino a Mysliborz, en la frontera de la arquidiócesis.