Cientos de fieles se reunieron en la parroquia de Naklo para saludar al Icono de Nuestra Señora de Czestochowa. A ellos no les importó que tuvieran que esperar casi una hora. Algunos, con lágrimas de emoción, saludaron al Icono peregrino, que había llegado el jueves a Naklo, en el río Notec.
A las 15h00 se rezó la Coronilla de la Divina Misericordia. Luego de eso se comenzó la vigilia en la parroquia de Naklo y en la plaza de la iglesia. Con rezos y cánticos esperaron la llegada de Nuestra Señora en el Icono de Czestochowa. Es un gran honor recibir en Naklo y en la parroquia de san Lawrence el Icono que peregrina en defensa de la vida “De Océano a Océano”, ya que en toda la diócesis de Bydgoszcz, el Icono solo ha parado aquí y en la catedral de Bydgoszcz.
Monseñor Grzegorz Nowak saludó el Icono al frente de la iglesia, junto al pastor de la parroquia y a los sacerdotes de todo el distrito de Naklo. Entre ellos se encontraba el coordinador de la peregrinación de la diócesis, padre Arkadiusz Muzolf, director diocesano del ministerio de la familia.
Los hermanos de la Sociedad de san Wojciech llevaron el Icono dentro de la iglesia y lo colocaron en el altar. Después de la solemne bienvenida, que se realizó con cantos y momentos de silencio, los feligreses podían presentar sus propias peticiones y oraciones de agradecimiento ante la Virgen Negra.
Todos escuchamos atentos las palabras de Cristo en el evangelio de hoy: “Este es mi mandamiento: ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando", (Juan 15, 12-14). “Si Dios está primero en el matrimonio y en la familia, todo lo demás está en orden”, san Agustín. Sin embargo, esto será realidad si desarrollamos una vida espiritual en nuestras familias, como dice la canción. Se terminó la celebración con el rezo del santo rosario.
La llegada del Icono de Czestochowa a Naklo fue cubierta con gran interés por los medios. No había habido tantas cámaras, fotógrafos y reporteros, especialmente en un evento religioso, desde hace tanto tiempo en Naklo.