El 26 de agosto, en la tarde de la Festividad de Nuestra Señora de Czestochowa, el Icono visitó Ostrava. La santa misa fue celebrada por el obispo František Lobkowic, ordinario de la diócesis de Ostrava-Opava. Él saludó a Nuestra Madre con estas palabras: “Yo quiero pedirte disculpas, María Señora de Czestochowa, por los husitas quienes te hirieron tanto.
Estas dos cicatrices fueron hechas en 1430, cuando una banda de husitas atacó y saqueó el santuario de Jasna Gora”. El obispo recordó que los deberes del hombre hacia Dios están descritos en los diez mandamientos. También anotó que María es la guía que nos lleva a Dios. Ella es la Madre de la Vida. Remarcó que el pueblo checo desea el amor, pero olvida que la fuente de ese amor es Dios mismo. La falta de amor en la vida es el resultado de la pérdida de Dios.
Los organizadores de la peregrinación “De Océano a Océano” en defensa de la vida a través de República Checa, notaron que el Icono de Nuestra Bendita Madre está revitalizando la fe del pueblo checo. Los sacerdotes que trabajan en la parroquia de Ostrava concluyeron que no habían visto tantas personas en la iglesia en 20 años, desde que las reliquias de san Wojciech peregrinaron por estos lugares. Esta clase de testimonio de fe despierta una gran esperanza en el futuro.
La República Checa es conocida alrededor del mundo como una nación que ha perdido la fe en Dios. La sociedad está comenzando a envejecer, los problemas demográficos se están incrementando, el divorcio es muy popular y la pornografía se expande junto con los servicios reproductivos in vitro.
El Icono de Czestochowa está visitando la República Checa desde el 26 hasta el 31 de agosto, cuando será entregado a Eslovaquia en Bratislava. El Icono está viajando a través de República Checa en el “Móvil Vida” junto a una caravana de vehículos con banderas de movimientos pro-vida.