El lunes 17 de septiembre, Nuestra Señora en el Icono de Czestochowa se despidió de la hospitalidad de los húngaros y llegó a Eslovenia. La sede del Movimiento Pro-Vida de Hungría arribó con Nuestra Señora en el “Móvil Vida” y entregó el Icono a la representante del Movimiento Pro-Vida de Eslovenia, Valentina Pikelj. La bandera de Hungría del “Móvil Vida” fue reemplazada por la bandera de Eslovenia, por los siguientes cinco días.
En la mañana, las campanas sonaron fuertemente para saludar a Nuestra Señora en la hermosa y antigua Iglesia de Santa Catalina en Lendava, capital de la región Prekmurje. La iglesia estaba llena de feligreses eslovenos y húngaros. La atmósfera de bienvenida era cálida, más que todo por la época del año
La liturgia de la eucaristía fue precedida por el obispo emérito Jožef Smej de la arquidiócesis de Maribor (antes diócesis de Lavant, de Salzburgo - Austria). Durante la homilía, el obispo dejó en claro que María está llorando por nuestros pecados contra la vida. El representante del Movimiento Pro-Vida de Hungría, Imre Teglasy, le dijo adiós al Icono, recordándoles a todos, a los clérigos como a los laicos, que nunca hay que tener miedo en público de hablar de los mandamientos de Dios con respecto a la fertilidad y al mandato de dar frutos, multiplicarnos y colmar la tierra.
Durante la celebración en la iglesia, una mamá dio su testimonio. Dijo que por espacio de dos años había orado a la Madre de Dios en el Icono de la Czestochowa por un hijo. Vino este día a saludar y a dar gracias a Nuestra Señora, cargando en brazos a su hijo de dos meses.
Luego de eso, Nuestra Bendita Madre partió a Maribor, donde ella pasará la tarde, noche y el día siguiente en la Iglesia de San Janez Krstnik.