El día martes 17 de septiembre fue un gran día. La Asamblea Nacional, luego de años de postergar la votación en las reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP) del Ecuador, rechazó la despenalización del aborto para casos de violación, incesto, inseminación no consentida y malformación del bebé en el vientre materno, incluso hasta el noveno mes de gestación. Se necesitaban 70 votos para legalizar el aborto, pero solo alcanzaron 65. La reforma no se dio.
Los movimientos provida de todo el país se movilizaron en buses para llegar hasta la capital y poder apoyar a los asambleistas que estaban a favor de la vida. El Icono de la Virgen de Czestochowa también se hizo presente. Vanessa Mejía, catequista de la Parroquia San Alberto Magno, gentilmente prestó su vehículo para viajar desde Guayaquil a Quito (casi 8 horas de viaje), y llegó antes de la votación que estaba programada a las 17h00. “Durante casi todo el trayecto veíamos como los agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador paraban los carros para revisión, pero nosotros fuimos invisibles. Lo mejor fue que al llegar a la Asamblea, la Virgen María nos tenía reservado un parqueo al pie, así que pudimos bajar el Icono del carro sin ningún inconveniente”, cuenta Vanessa.
Con permiso de la policía que custodiaba el lugar, colocaron el Icono justo en la entrada de la Asamblea, de esta manera, todo el que entraba tenía que encontrarse con su mirada. Ahí quedó resguardada por integrantes del movimiento San Juan XXIII y del Consejos de Laicos, mientras los asambleístas votaban y Mons. Alfredo José Espinoza, Arzobispo de Quito y Primado del Ecuador, ofrecía misa al aire libre.
El clima de Quito es muy cambiante, y se divisaban nubarrones con amenaza de lluvia. Pero todos se pusieron a rezar el rosario y el sol salió. La victoria era nuestra, o mejor dicho de nuestra Madre Celestial. El grupo provida superaba en número a los colectivos abortistas, pero como sucede en muchas ocasiones, ellos son más visibles para los medios de comunicación. El padre Leon Juchniewicz, misionero polaco que reside en Santo Domingo desde hace más de 30 años, acompañó también al Icono, y estuvo presente cuando el grupo a favor del aborto prendían antorchas y las lanzaban. “Da una pena ver a esas mujeres. No tienen conciencia que sus madres les dieron la vida y ahora ellas quieren tener derecho de mata.r”
Vanesa reconoce la mano de María en todo esto: “La oración todo lo puede. Yo atribuyo este milagro a la Virgen de Czestochowa porque sé la fe inmensa que le tiene el pueblo polaco, Ella no los ha dejado solos nunca y es una bendición que hoy nos acompañe. Ahora hay que orar más intensamente, doblar las rodillas a los pies del Santísimo porque la lucha provida continua.”
Al conocerse el resultado de la votación una nueva eucaristía en acción de gracias se ofreció en las afueras de la Asamblea Nacional. Está vez colocaron el Icono atrás de los sacerdotes y de frente a los asistentes. Mons. Danilo Echeverría, Obispo Auxiliar de Quito celebró misa junto al padre León Juchniewicz y otros 6 sacerdotes.
La alegría era inmensa, esta es una batalla ganada, pero todavía falta mucho por hacer. Que María Santísima tenga al Ecuador en su mano, este país que fue el primero en ser consagrado al Sagrado Corazón de Jesús, el 25 de marzo de 1874 y al Inmaculado Corazón de María el 9 de julio de 1892, no quedará desprotegido nunca.