El “altar sobre ruedas”, conocido también como el “Móvil Vida” fue transferido al movimiento austríaco el jueves 26 de septiembre. Nuestra Bendita Madre permaneció en Italia hasta ese momento dando vueltas en la minivan.
El “Móvil Vida” tenía problemas con el embrague, así que se decidió que era mejor cruzar los Alpes durante el día y ganar tiempo hasta que se realicen las reparaciones. Roberto, el conductor en Eslovenia, que también manejó para Nuestra Señora en su recorrido por Italia, trajo el “Móvil Vida”. Las reparaciones se demoraron hasta la mitad de la noche y casi todo el día siguiente. Gran parte del largo viaje se realizó en caminos ásperos y desiguales, y el constante cambio de guardias tuvo su efecto negativo en el remolque. Las instalaciones eléctricas tuvieron mucha culpa. La urna de cristal tenía su propia batería para poder iluminar el Icono mientras viaja. No todos recordaban que la batería tenía que ser cargada de vez en cuando. La luz de la urna y del Icono de Nuestra Señora es particularmente importante durante los viajes en la tarde y en la noche.
Las banderas con el logo de la peregrinación y colocadas en las dos esquinas delanteras de la urna sobre ruedas, ya han recorrido cerca de diez mil kilómetros. Este es el segundo juego de banderas. Es difícil de creer lo rápido que se ensucian y cómo se destruyen debido al viento. No teníamos nuevas, así que tuvimos que “reanimar” las usadas. Luego de lavarlas y de remendar los bordes rasgados, casi parecían nuevas. Por otra parte, cada país coloca su propia bandera con gran honor en la parte trasera del “Móvil Vida”. Esta vez, se colocó la bandera de Austria.