En la mitad de la noche, entre el miércoles y el jueves (del 10 al 11 de octubre), la Virgen Negra llegó al convento contemplativo "Kinderalm", de las Hermanas de Belén, localizado en la parte alta de las montañas. La subida comenzó en San Veit en Pongau. Lo que siguió fue una laboriosa escalada cuesta arriba que se dificultó con la lluvia, las hojas en la carretera, la oscuridad de la noche y el mal estado de la ruta.
Las llantas giraban con tanta fuerza en la superficie resbaladiza que los escoltas de la Virgen tuvieron que salir del coche y empujar el remolque con el santuario de vidrio, al menos en tres ocasiones. En la última parte de la ruta, el embrague se quemó ligeramente y se negó a cooperar. La tensión, el esfuerzo y las emociones, ciertamente no faltaron. Debido a tanto percance, la llegada al convento de "Kinderalm" fue realmente alegre, por fin el Icono de Nuestra Bendita Madre había llegado a la ermita de las Hermanas de Belén.
El recibimiento de las Hermanas al Icono de Nuestra Señora de Czestochowa fue tremendamente alegre. Especialmente debido a que el hecho ocurrió el 11 de octubre, día en que nuestro Santo Padre, Benedicto XVI proclamó el comienzo del “Año de la Fe”. Como preparación a la visita, las Hermanas habían estado todo el miércoles en oración, en “un día de desierto”. En la mitad de la noche dieron la bienvenida a Nuestra Bendita Madre y la rodearon para seguir en oración. El Icono permaneció en la capilla interior hasta las 5h30 y después, cuatro hermanas movieron a Nuestra Señora a la iglesia principal. Fueron acompañadas por dos más que llevaban antorchas encendidas. Las hermanas hicieron el Acto de Consagración a la Madre de Dios y veneraron el Icono hasta las 14h00.
Después de una despedida solemne, el Icono fue colocado en el “Móvil Vida” y viajó hasta Salzburgo. Este recorrido puso nerviosos a muchos, ya que el embrague del vehículo que cargaba la urna de cristal estaba algo quemado y no funcionaba adecuadamente. A pesar de eso, Nuestra Bendita Madre llegó a Salzburgo a tiempo, arribando a la Iglesia de San Marcos.