Después del desafortunado accidente del “Móvil Vida” en Fulda, Nuestra Señora de Czestochowa arribó el 28 de octubre, en carro, con un pequeño retraso a Kassel, a la iglesia dedicada a Nuestra Señora de Fátima, Reina de la Paz.
El reverendo Julian Marecik, el pastor de la Misión Católica Polaca, organizó una gran bienvenida. Incluso antes de entrar a la iglesia, se cantó la canción: “Oh, María, eres bienvenida”, con el sonido del replique de las campanas. Luego el reverendo oró e incensó el Santo Icono. Después de eso, el Icono fue entrado en procesión en la iglesia, mientras se entonaba alegremente las trompetas de Jasna Gora. Los representantes de la parroquia dieron la bienvenida a Nuestra Bendita Madre y se arrodillaron frente a Ella, colocando flores a los pies del Icono. La música acompañó la ceremonia de bienvenida, invitando a los fieles a la reflexión en el significado de la vida y su protección.
La Liturgia de la Santa Eucaristía fue concelebrada en alemán y polaco. El reverendo Paul Schupp, de la parroquia alemana de Nuestra Señora del Rosario, presidió la Misa, asistido por el pastor padre Julian Marecik y el vicario padre Mariusz Golonko. Aproximadamente, seiscientos fieles atendieron a la solemne liturgia.
El sermón lo dio el padre Marecik. Dejó claro a la audiencia, qué importante es proteger la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. También recomendó realizar oraciones y mortificaciones por esta intención, así como participar en las numerosas iniciativas de oración y de acción pro-vida. También recordó las enseñanzas del Beato Juan Pablo II, quien habló frecuentemente sobre los no nacidos, llamando a la resistencia en contra de la cultura de la muerte.
La solemne liturgia fue realzada con el sonido del órgano y música instrumental, así como con cánticos. Todos cantaron canciones Marianas polacas. Después de la celebración de la Santa Misa, se veneró al Icono recitando el Santo Rosario. Numerosos sacerdotes de Kassel y de las áreas vecinas estuvieron en el evento. La canción “Virgen Negra” resonó en dos idiomas, alemán y polaco, para decirle adiós a Nuestra Señora. Las campanas de la iglesia resonaron nuevamente.
Los líderes de los movimientos pro-vida y muchas personas de buena voluntad, fueron juntos con la Madre de Dios a la clínica de aborto en Kassel, donde continuaron rezando el Santo Rosario. Vigilias de oración similares para los no nacidos -con la exposición del Santísimo Sacramento y el rezo del Santo Rosario- se realizan todos los últimos domingo del mes a las 12h30, en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, y son presididas por la celebración Eucarística. Esta vez, el Icono de Czestochowa acompañó a quienes rezaban en frente de la clínica.