Temprano en la tarde, Nuestra Señora arribó al condado de Kent en Gran Bretaña, pasó el Canal de la Mancha en ferri, en el ya reparado “Móvil de vida”. Se puso de manifiesto por esta vez, en el lado Inglés del Canal, que existen problemas con la iluminación, debido a que no estaban sincronizados con el auto. Tanto más, porque los británicos tienen un sistema diferente y se conduce por el lado izquierdo de la carretera.
La iluminación de la capilla de cristal del Icono de Nuestra Señora, así como la iluminación del mismo Icono, todavía necesita reparación. No se puede dar solución a todo de manera instantánea.
En la foto se encuentran los líderes jóvenes del movimiento pro-vida, quienes escoltan a la Madre Bendita. Uno de ellos es belga y el otro es británico. Juntos están rezando el Rosario, esperando por la reparación de las luces en un taller. Están parados cerca de un muro que rodea la Abadía Benedictina de Canterbury, que fue fundada por San Agustín de Canterbury, el Apóstol de Inglaterra. Él llegó a la Isla de Thanet con 40 monos en el año 597, por orden del Papa Gregorio el Grande, para llevar a la cristiandad a las Islas Británicas.
Cerca se encuentra el Santuario de Santo Tomás Becket, el famoso arzobispo de Canterbury desde 1162 hasta 1170, año en que fue asesinado. Él estaba en conflictos con el Rey Enrique II de Inglaterra por asuntos de los derechos y privilegios de la Iglesia, y fue asesinado por seguidores del rey en la misma Catedral de Canterbury. En el mismo año de su muerte fue canonizado por el Papa Alejandro III, coronando su veneración popular como santo y mártir.
En el mismo día, Nuestra Bendita Madre arribó a la parroquia perteneciente a la ciudad de Ramsgate y al pueblo de Minster, donde fue recibida por el padre Marcus Holden en la Iglesia de San Agustín de Canterbury. Desde aquí se puede tener una hermosa vista de la Bahía de Pegwell, donde llegaron los primeros misioneros, San Agustín y sus monos. Según se informa, ellos llegaron en procesión cargando un icono santo, que iba elevado muy en alto. Vale la pena señalar que San Agustín de Canterbury es considerado santo entre los católicos, los ortodoxos y los anglicanos. La iglesia que fue construida en este lugar es oficialmente el Santuario Católico de San Agustín y constituye un lugar de numerosas peregrinaciones de gran significado espiritual.
La estadía del Icono de Czestochowa fue corta. Los fieles cantaron “Salve Regina” y renovaron el Acto de Encomendación para la Protección de la Civilización de la Vida y del Amor en las manos de la Bendita Virgen María. El padre Marcus prendió incienso en torno al Icono y se la veneró. Durante la celebración, el padre Paul Stebel trajo las únicas reliquias de San Agustín para que se encuentren con Nuestra Señora de Czestochowa.