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En Santander, la Virgen Peregrina de Czestochowa llegó desde la diócesis de Bilbao. Un grupo de 5 personas la fuimos a recoger en dos vehículos. Esto acontecía el pasado lunes 17 de diciembre, a las cinco de la tarde. Se encontraba alojada en la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari en pleno centro de la ciudad. Llegamos al presbiterio a través de la sacristía, ya que la iglesia se encontraba cerrada en ese momento.

Se encendieron las luces poco a poco del presbiterio y en ese momento aparecía ante nuestros ojos la vista del ansiado icono que nos cautivó desde ese primer instante. Instante en que también llegaba Juanjo –la persona que iba a acompañar a la Virgen durante toda la peregrinación por el periplo español-. Al llegar, dio el interruptor de la luz que ilumina el icono y si ya nos había parecido cautivador, en ese momento adquirió fuerza y vida propia.

¡Qué belleza…! Por fin, nos encontrábamos con Ella. Una conmoción interior nos invadió. Habíamos visto algunas fotos…pero al natural el icono era inmenso, nos inundaba por completo y no dejaba de atraer nuestra mirada y nuestro corazón. ¡Qué ojos! Y ¡qué mirada! Una mirada que entraba hasta dentro de uno y que nos permitía llegar hasta lo más profundo de ella. Una mirada, también, que parecía que llevaba todo el sufrimiento de la humanidad, todas las cruces de cada hombre y mujer…y sobre todo, una mirada donde uno se sentía acogido, como en casa y sobre todo ¡¡tan amado!!santander

El remolque estaba alojado lejos, donde estaban guardados los pasos de Semana Santa de la ciudad. La espera fue de más de una hora, lo que permitió a muchos curiosos acercarse a la Iglesia y poder despedirse del icono. Además se habían abierto las puertas principales de par en par para poder transportarla al exterior con mayor facilidad y esto ayudó a la mayor visibilidad del icono desde la calle.

Llegó el vehículo con el remolque… ¡qué lucido y vistoso! En la urna de cristal, que contenía guirnaldas y flores, todo estaba ya preparado para alojar a Nuestra Señora. Se la metió en este humilde hospedaje y con las luces puestas, ya que comenzaba a anochecer, salimos de la ciudad atrayendo las miradas de multitud de viandantes y viajeros que en esas horas regresaban a sus casas en medio de un intenso tráfico.

SANTANDER AT LAST…

Unos diez minutos antes de que dieran las ocho de la noche entrábamos en Santander, donde tendría lugar un acto de oración por la vida y la familia. En su recorrido hacia la Parroquia del Santísimo Cristo (Iglesia contigua a la Catedral), nos vimos inmersos en una manifestación de cientos de personas que protestaban contra los recortes del Gobierno y la policía nos detuvo, por lo que la celebración se retrasó diez minutos. Los asistentes que esperaban en el atrio de la Iglesia ya estaban inquietos y ansiosos por ver a la Virgen y no entendían el retraso.

El sacerdote que acompañaba al Señor Obispo –Don Francisco, párroco de la misma- motivó la espera. “Quizás la Virgen no sólo quiera de nosotros una oración por la Vida y la Familia, sino también un pequeño sacrificio ofrecido a ella como podía ser esta espera”.

Y ¡por fin! vimos aparecer el vehículo todo engalanado e iluminado al comienzo de un anochecer sereno y despejado. El icono de nuestra Señora de Chestochowa aparecía ante nuestros ojos al tiempo que comenzaban a repicar las campanas de la Catedral con un ruido ensordecedor. Este momento es difícil de describir con palabras. Se sacó el icono del remolque, se pusieron las andas y cuatro hombres voluntariosos sostuvieron el icono mientras Jesús y Consuelo –delegados episcopales de Familia y Vida– leían una introducción explicativa. Así comenzaba el acto de recepción.

Don Vicente Jiménez – nuestro Obispo – rezó una oración de bienvenida y se inició la procesión hacia el interior cantando “Mientras recorres la vida…”, colocando el icono en el presbiterio sobre una mesa ya dispuesta para ello. Cientos de personas, gran recogimiento y devoción, ambiente de oración y los ojos de muchos inundados en lágrimas. Los rostros lo decían todo. La espera había merecido la pena. En la iglesia no cabía un alfiler, muchos de pie. ¡Qué preciosidad! Los que habíamos estado en la organización teníamos un doble sentimiento: la misma devoción y emoción de todos, pero al mismo tiempo la satisfacción de ver a tantos hijos acudir a recibir a la Madre, atentos y acogedores ante su llegada.

La celebración transcurrió toda ella en un ambiente de silencio y adoración. El Sr. Obispo en su homilía nos llegó al corazón pues salió del suyo con total espontaneidad y con la fuerza del amor que un hijo siente hacia su Madre. Casi fue toda ella un diálogo con María, se dirigía a ella mirándola y le decía lo contenta que estaría al contemplar a tantos hijos que habían salido a recibirla porque querían encontrarse con ella.

Esto nos hacía sentir a María más presente, más viva entre nosotros, más nuestra. Al mismo tiempo, al ir finalizando su intervención nos recordaba que la mejor veneración que podemos hacer a María es “hacer lo que su Hijo nos dijera”, hacer su Voluntad, fortalecer y formar nuestra fe y manifestarla en obras de caridad. Ésa sería la prueba de que teníamos una fe verdadera. Así se lo pedíamos interiormente a ella. Fue una celebración que dejó una huella imborrable en nosotros.

Como curiosidad, apuntar que hubo una ofrenda floral realizada por una chica polaca que vive en Santander, acompañada de su hija. La celebración fue acompañada musicalmente por órgano que tocaba un chico rumano afincado en nuestra tierra y que se está preparando para recibir el diaconado permanente. Él nos decía al día siguiente que desde hace 11 años que está en España no había vivido algo similar y que estaba profundamente conmovido.

Al finalizar, se hizo una colecta mientras se salía para ayudar a paliar los gastos que pudiera suponer esta peregrinación. Mucha fue la generosidad de todos los asistentes. María les había tocado el corazón y eso se manifiesta siempre en estar atento a las necesidades de los otros –como lo hizo ella en las bodas de Caná (evangelio leído en esta celebración).

Ante las miradas de los asistentes, se llevó de nuevo el icono al vehículo.

Video de la visita a Santander en:  http://www.youtube.com/watch?v=GNdrmAiDQD8&list=UUJbSW-OceA9UqhSrjh9_YHw&index=1
 

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