En la tarde del domingo, después del desfile Pulaski en la ciudad de Nueva York, la Policía de Nueva Jersey escoltó el Icono de Nuestra Señora y al Arzobispo Wenski de Miami a la Iglesia de Santa Teresa del Niño Jesús, en Linden, NJ. Ahí, el Arzobispo Wenski incensó el Icono y Nuestra Señora fue llevada a la iglesia en procesión solemne donde el Arzobispo ofreció misa en polaco.
Fue un largo y ajetreado día, y estoy agradecido de que el Arzobispo Wenski haya sido generoso con su tiempo para dirigir la veneración de nuestra Bendita Madre tanto en Nueva York como en Linden.
La segunda concentración más grande de polacos-americanos está en el área metropolitana de Nueva York, que incluye Northern New Jersey. Una semana antes, la Iglesia de Santa Teresa del Niño Jesús fue oficialmente designada como Santuario Arquidiocesano del Beato Juan Pablo II.
El padre Miroslaw Król, pastor de la Iglesia de Santa Teresa del Niño Jesús, ha participado por mucho tiempo en Vida Humana Internacional. Nuestro fundador, padre Paul Marx, O.S.B., habló en el seminario en Gdansk, Polonia cuando él era seminarista, lo que lo llevó a una participación activa en Seminaristas de VHI Para la Vida. El padre Król continúa trabajando fuertemente en la defensa de la vida y de la familia en su ministerio sacerdotal.
Pasé la noche en mi casa en Fairfield, NJ y al día siguiente llevé a reparar el vehículo, usado para transportar el Icono, ya que necesitaba un mantenimiento. El día antes, tuve problemas cerrando las puertas eléctricas de la van mientras manejaba por la ciudad de Nueva York. ¡Pienso que es importante manejar un vehículo con puertas que puedan cerrar correctamente!
A lo largo del día las personas llegaban a Santa Teresa a venerar el Icono. Yo llegué a Santa Teresa tarde para la misa, en la festividad del Santo Rosario. En mi homilía, hablé sobre el triunfo logrado por la intercesión de Nuestra Señora cuando una flota pequeña de cristianos derrotó a los turcos que los superaba en números en la Batalla de Lepanto el 7 de Octubre de 1571, y la gran victoria en la Batalla de Viena que ganó el Rey Jan Sobieski II el 12 de Septiembre de 1683. Ambas victorias fueron acreditadas por salvar a la Europa Cristiana. Si las oraciones de Nuestra Señora pueden traer tales victorias, ella también puede ayudarnos a ganar la victoria que hoy luchamos contra la cultura de la muerte y a ayudarnos a construir una cultura de la vida.
Al final de la misa, las personas le dijeron adiós a la bendita Madre con una procesión solemne y con cánticos polacos marianos. ¡La fe y la devoción del pueblo polaco a la Madre de Dios son verdaderamente inspiradoras y refrescantes!