El 8 de octubre el Icono Peregrino de Nuestra Señora de Czestochowa visitó la Iglesia Oriental Ortodoxa de los Santos Apóstoles en Saddle Brook, NJ. El sub diácono Peter Eagler se enteró de la peregrinación a través de Su Beatitud el Metropolitano Tikhon que aprobó y dispuso para que el icono viniera a los Santos Apóstoles. El párroco, padre Matthew Brown, fue un excelente anfitrión.
El Padre Matthew condujo un servicio de sanación en la tarde y el servicio de las vísperas en la noche, seguido por una procesión con velas con cánticos ortodoxos y católicos a la Madre de Dios.
Ocho diferentes iglesias fueron representadas en estos servicios, incluyendo la Iglesia Ortodoxa de América, la Jurisdicción Patriarcal de la Iglesia Ortodoxa Rusa, la Carpatho-Rusia Ortodoxa y los Ortodoxos-Ucranianos, Ortodoxos-Serbios, Ortodoxos-Sirios, Ortodoxos-Griegos y la Iglesia Católica Romana. Entre los participantes,
habían irlandeses, africanos, italianos, polacos, puertorriqueños, húngaros, alemanes, entre otros. Algunos protestantes también rezaron con nosotros, como también lo hicieron las novicias de las Hermanas de la Vida de Suffern, Nueva York. ¡Nuevamente, fue hermoso ver a las hermanas tan entusiasmadas y dando tanto apoyo a esta peregrinación! Las hermanas estuvieron en muchos de los eventos en el área metropolitana de Nueva York.
Los Górale, niños polacos vestidos de manera tradicional de las montañas, le trajeron flores a Nuestra Señora. Luego de los servicios, todos compartimos una comida preparada por los parroquianos de los Santos Apóstoles. Hasta el día de hoy comentamos sobre el espíritu de buenos sentimientos y de fraternidad que prevaleció.
¡Me sentí como en una reunión familiar! Todos se acercaban para honrar a Nuestra Señora y para orar en la defensa de la vida y de la familia.
En el primer milenio, la Iglesia estaba unida, pero en el año 1054 ocurrió un doloroso resquebrajamiento conocido como el Cisma de Oriente y Occidente. El Patriarca de Constantinopla y el Papa pronunciaron una excomunión uno contra el otro. El Santo Padre, Beato Juan Pablo II, reconoció que las personas de ambos lados eran responsables por la división.
En 1964, el Papa Pablo VI y el Patriarca Athenagoras I de Constantinopla se reunieron en Jerusalén. Esta histórica reunión concluyó en una declaración conjunta en donde la excomunión que fue impuesta por ambas iglesias en 1054 fue levantada el 7 de diciembre de 1965. Desde ese momento, las relaciones entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa han ido mejorando significativamente.
El Beato Papa Juan Pablo II visitó Romania en 1999 y fue la primera vez que un Papa visitaba un país predominantemente oriental ortodoxo desde 1054. Cuando el Papa llegó, el Patriarca de Romania, Emil Constantinescu saludó al Papa con estas palabras: “El segundo milenio de la historia cristiana comenzó con una herida dolorosa en la unidad de la Iglesia; el final de este milenio mira un verdadero compromiso en la restauración de esa unidad cristiana.”
En el 2001, el Beato Papa Juan Pablo II fue el primer Papa en visitar Grecia en 1291 años. Él expresó un profundo pesar por el saqueo de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada en 1204. El Arzobispo Christodoulos de Atenas, cabeza de la Iglesia Ortodoxa de Grecia, aplaudió y los dos oraron juntos al Señor el Padre Nuestro. Este fue un paso innovador para los ortodoxos.
En la encíclica de 1987, Redemptoris Mater, el Beato Papa Juan Pablo II expresó su esperanza de que llegue pronto el día “cuando la Iglesia pueda comenzar nuevamente a respirar completamente con los `dos pulmones´ el Este y el Oeste”. Continua:
“A pesar de que continuamos experimentando los dolorosos efectos de la separación que tomaron lugar en…, podemos decir que en la presencia de la Madre de Cristo nos sentimos como verdaderos hermanos y hermanas dentro del pueblo mesiánico, que está llamado a ser una sola familia de Dios en la tierra”.
¡Esa atmósfera familiar estuvo ciertamente presente en la Iglesia Oriental Ortodoxa de los Santos Apóstoles ese día! El padre Matthew dijo: “Estamos contentos de que muchas personas de tan diferentes lugares se hayan reunido en los Santos Apóstoles para honrar a la Virgen María, para buscar la sanación de sus malestares y para buscar el apoyo en la santidad de la vida”.