El 16 de octubre llevé el Icono Peregrino de Nuestra Señora de Czestochowa a mi parroquia, Santo Thomas Moro en Fairfield en Nueva Jersey. El padre James Manos, párroco, creció en la fe Ortodoxa Griega antes de entrar en la Iglesia Católica siendo ya adulto, así que él tiene un gran entendimiento y apreciación a los iconos. Además, él habla constantemente sobre la defensa de la vida y ha sido un gran apoyo para mí y para el trabajo de Vida Humana Internacional.
La parroquia de Santo Thomas Moro tiene una amplia congregación italiana-americana, pero esta noche hubo un gran número de polacos-americanos. Ese día era mi cumpleaños 54, y fue hermoso haber estado con mi papá y algunos viejos y nuevos amigos que he conocido en la peregrinación.
Al día siguiente, ofrecí misa y prediqué en la celebración de San Ignacio de Antioquía quien fue mártir al ser devorado por leones hambrientos en el Coliseo Romano en el año 117 A.D. porque se negó a renunciar su fe cristiana.
Debido a que mi parroquia lleva el nombre de otro mártir, constantemente reflexiono sobre el martirio y en particular en la vida de Santo Thomas Moro, quien como San Juan Bautista fue mártir por defender la verdad sobre la naturaleza del matrimonio. San Juan Bautista le dijo a Herodes: “No debes tener como tuya a la mujer de tu hermano”. Por esta razón, Herodias le tuvo rencor y buscó la oportunidad para matarlo.
Santo Thomas Moro también fue un mártir de la fe Católica ya que defendía la indisolubilidad del matrimonio. Fue condenado a muerte porque se negó a reconocer el divorcio del rey Enrique VIII y su primacía como cabeza de la Iglesia Católica en Inglaterra.
Los cristianos enfrentan una persecución debido a su posición en la verdad. El obispo Thomas Paprocki de Springfield, Illinois recientemente reveló dos historias de martirio moderno debido al matrimonio. Su ex secretaria Mary Stachowics fue asesinada por un compañero de trabajo después de que le hablara de manera persuasiva para que abandonara su estilo de vida homosexual. Jack Phillips es un repostero en Colorado quien ha sido 
ordenado por el juez a hornear tortas a parejas homosexuales, a pesar de que esto viola con sus creencias cristianas. Si se niega a hacerlo, puede ser enviado a prisión.
En Veritatis Splendor, el Beato Papa Juan Pablo II reflexionó sobre la naturaleza del martirio. Él escribió:
“Si el martirio es el testimonio culminante de la verdad moral, al que relativamente pocos son llamados, existe no obstante un testimonio de coherencia que todos los cristianos deben estar dispuestos a dar cada día, incluso a costa de sufrimientos y de grandes sacrificios. En efecto, ante las múltiples dificultades, que incluso en las circunstancias más ordinarias puede exigir la fidelidad al orden moral, el cristiano, implorando con su oración la gracia de Dios, está llamado a una entrega a veces heroica. Le sostiene la virtud de la fortaleza, que —como enseña san Gregorio Magno— le capacita a «amar las dificultades de este mundo a la vista del premio eterno»”
En el futuro, es necesaria una gran fortaleza para poder ser testigos de la verdadera naturaleza del matrimonio, debido a que nuestra sociedad abandona los valores cristianos. La familia es la célula básica de la sociedad. La formación de una familia saludable se establece en el matrimonio entre un hombre y una mujer quienes están unidos de por vida y abiertos a la transmisión de la vida.
En Rusia, la Virgen Negra es venerada como patrona de aquellos que quieren restablecer los valores familiares. Debemos voltearnos a ella, en estos tiempos en que existe tanta crisis moral en la sociedad. Pidámosle que nos aclare la confusión moral en la que muchos viven, para que las personas vean con claridad que el verdadero matrimonio es una relación de por vida entre un hombre y una mujer, y que cada ser humano es hecho a imagen y semejanza de Dios. Solo Dios tiene la prerrogativa de quitar la vida. Nuestro deber es respetar y proteger cada vida humana.