Conducimos por hermosos campos mientras nos alejábamos de la ciudad de Iowa y llegábamos a Dyersville, con una hora adelantada a la programada previamente, así que teníamos tiempo de sobra hasta las 15h00 que era la procesión de bienvenida de la Virgen Negra en la Basílica San Francisco Xavier.
La basílica se construyó para servir a los inmigrantes alemanes del área de Iowa. Los primero en llegar a esta zona fueron los colones ingleses, pero luego de un tiempo se trasladaron de área. Esta basílica es la segunda iglesia construida con el mismo nombre, luego que la primera quedara inadecuada para la floreciente población alemana de 1880. En 1888 la iglesia estaba completamente terminada. Los esfuerzos para elevar la Iglesia San Francisco Xavier a basílica comenzaron en 1940, siendo consagrada en los años 50 por el cardinal Konrad Von Preysing. En 1956 el Papa Pio XII elevó la iglesia a basílica menor.
Durante la misa de la noche, el padre West hizo una precisión sobre el juzgamiento a las naciones citando a George Mason: “Las naciones no pueden ser recompensadas o castigadas en el otro mundo, tienen que serlo en este. Debido a una cadena de causas y efectos la providencia castiga el pecado de las naciones con calamidades nacionales”. Aclarando esta idea, el padre West citó también El beato obispo aleman, Cardenal Clemens August Graf von Galen: “Ay del pueblo alemán si permite la matanza de los inocentes, dejando en la impunidad a los autores de esos crímenes”. Observando los tiempos actuales, parece que Estados Unidos ha elegido la cultura de la muerte, así que podemos esperar que esa sentencia también se aplique a nosotros.
El padre West dio esperanzas a las personas diciendo que la oración puede cambiar los acontecimientos, recordando la campaña de oración llamada Sitio de Jericó llevado a cabo por los polacos cuando el gobierno comunista exigía estrictos requerimientos para la visita de Juan Pablo II a Polonia. Los polacos oraron en el Santuario de Nuestra Señora de Czestochowa durante siete días y luego de eso, el gobierno comunista levantó las restricciones de manera inexplicada. La visita de Juan Pablo II desencadenó una serie de eventos que eventualmente echó abajo el poder soviético que había en Polonia.
Nos juntamos con pro-vida locales en una pizzería y conversamos sobre los esfuerzos que se realizan en el estado y en relación a las ciudades.
Al día siguiente, domingo, el padre West en misa predicó la homilía en las cuatro misas en la Basílica San Francisco Xavier. El evangelio era de San Juan 11, 1-45, y hablaba sobre la resurrección de Lázaro. Jesús le había dicho a Martha: “Yo soy la Resurrección y la Vida”, y le preguntó a Martha si ella creía en él y en su poder de resucitar a Lázaro de la muerte. El padre West mencionó que Jesús hace una referencia a su relación con Dios. “Yo Soy” es el nombre que Dios mismo se da en Éxodos 3, 14. Esto se refiere a su ser como a su existencia. Los filósofos afirman que Dios es el único ser necesario, ya que todas las criaturas dependen de Dios para su existencia. Jesús dijo: “Yo soy el Buen Pastor” (Juan 10, 11); “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14, 6); “Yo soy el Pan de Vida” (Juan 6, 35); “Yo soy la Luz del Mundo” (Juan 8, 12). El Icono de Nuestra Señora de Czestochowa tiene en la areola o halo alrededor de Cristo unas letras en griego y son las iniciales de la frase: “El Que Es”, indicando que Jesús es Dios. María, en el Icono de Nuestra Señora de Czestochowa, siempre señala a su Divino Hijo como diciendo: “escúchenlo a él”, que son sus últimas palabras dichas en el evangelio.
Al día siguiente, el padre West predicó en la misa de la mañana y luego de eso nos preparamos para la salida. Quisiera dar unas palabras de especial agradecimiento a Donna Miller que trabajó tras bastidores para traer el Icono de Nuestra Señora de Czestochowa a la Basílica de San Francisco Xavier en Dyerville, Iowa.