Nuestro regreso al estado de Washington, el 19 de julio, trajo muchas bendiciones para los que participan en el trabajo provida, y para muchos era la oportunidad de crecer en su devoción a Nuestra Señora. A nuestra llegada a la Iglesia de San Brendan en Seattle, WA, estábamos muy contentos de ver material de Vida Humana Internacional en la sala de la comunidad, distribuida por un grupo provida local.
Esa noche prediqué en la misa de vigilia del sábado sobre Nuestra Señora de Czestochowa y la Peregrinación de Océano a Océano en Defensa la Vida Humana. Los feligreses abrazaron el mensaje de la cultura de la vida y veneraron el Icono de la Virgen Negra después de finalizar las misas del fin de semana. 
El domingo por la tarde nos unimos a la comunidad provida local para una vigilia de oración en una clínica de Planificación Familiar en los alrededores de Everett, Washington.
Conocida por su población atea, Mercer Island fue nuestra parada al día siguiente con el Icono Peregrino. La comunidad parroquial en la Iglesia de Santa Mónica, como testimonio de su fe, tiene erigido un monumento destacando los Diez Mandamientos en terrenos de la iglesia. Celebré misa e hice una breve reseña del Icono y del mensaje de la Virgen sobre la santidad de la vida. Luego hubo tiempo suficiente para su veneración.
Nos quedamos encantados cuando Peter Anderson compartió su pasión y sus conocimientos acerca de la Virgen de Czestochowa.
El 21 de julio, llevamos la Virgen Negra a la Iglesia de San Pedro y San Pablo, en Tacoma, una iglesia predominantemente polaca. Nos recibió el párroco, padre Eugeniusz Bolda, S.Chr., la hermana Verónica M. Ilnicka, M.Chr., y una multitud de feligreses, quienes habían decorado maravillosamente la parroquia con banderas de colores rojo y blanco. Nos sorprendimos gratamente al ver al padre Stanislaw Michalek, quien había conocido previamente a la Virgen Negra en junio en la Iglesia de la Santa Cruz cuando nuestra peregrinación recorrió Minneapolis. 
El padre Stanislaw trabajaba anteriormente en el área de Washingthon y conoce muy bien la Iglesia de San Pedro y San Pablo. Concelebré misa esa noche y prediqué sobre la historia del Icono de Czestochowa y de la Peregrinación de Océano a Océano. Los feligreses habían organizado una vigilia para toda la noche, en honor a la Virgen Negra, con oraciones devocionales e himnos. Cuando celebré misa a la mañana siguiente, me emocioné al ver la iglesia llena de feligreses por la vigilia; muchos se quedaron a cantar himnos mientras llevábamos en peregrinación a la Virgen Negra hasta nuestro carro. Fue una despedida muy emotiva, pero debíamos partir a nuestro próximo destino: Portland, Oregon.