En la misa de la tarde, en la parroquia de Nuestra Señora de la Misericordia en Chicago, los fieles recibieron a Nuestra Señora de Czestochowa antes de que Ella partiera para México a saludar a la Virgen de Guadalupe.
Los mismos hombres que la llevaron al Santuario Nacional del padre Maximiliano Kolbe, en Marytown hace unos días, ahora, con mucho amor, la llevaron a la Iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia. Junto a los fieles que la acompañan a México, recordamos que este mundo necesita más que nunca la acción de la Divina Misericordia. Además, tuvimos la oportunidad de recordar la vida y enseñanzas de Santa Faustina. Que los pueblos de las Américas experimenten esta Divina Misericordia mientras buscamos promover una cultura de la vida y el amor en nuestras tierras.