La fiesta de la Presentación del Señor, conocida popularmente como la Fiesta de la Candelaria, se celebra en México por una semana entera. Es también el comienzo de la primavera mexicana.
El Domingo 1ro de febrero, el Icono de la Virgen de Czestochowa llegó en peregrinación hasta la parroquia de Nuestra Señora de Czestochowa en el municipio de Neucaplan, en el área metropolitana de México, en la arquidiócesis de Tlalnepantla. En la actualidad, el Icono se encuentra permanentemente en la iglesia de San Juan Pablo II y Santo Tomás Moro, en la parte sur del Distrito Federal de la Ciudad de México. Se estima que el área metropolitana de la Ciudad de México cuenta con alrededor de 22-25 millones de habitantes y es la segunda mayor aglomeración metropolitana en el mundo.
El Icono se trasladó desde la iglesia de San Juan Pablo II y Santo Tomás Moro después de la Santa Misa para los niños a las 11h05. El Club Serra México proporcionó el transporte del Icono. Un elegante SUV, conducido por Fernando Dosal y Malena Salas, quienes presiden el movimiento en México. La distancia recorrida entre las iglesias fue de 15 kilómetros; el viaje duró 40 minutos.
La Iglesia de Nuestra Señora de Czestochowa, en México, tiene una historia muy interesante. Fue consagrada el 31 de enero de 1960, por lo que acaba de celebrar sus 55 aniversarios. Desde 1967 ha estado bajo el cuidado de la Orden de Agustinos Recoletos (OAR). La parroquia es parte de la arquidiócesis de Tlalnepantla de Baz, encabezado por el arzobispo Carlos Aguiar Retes, quien se desempeña como presidente del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) desde 2011.
La iglesia fue fundada gracias al esfuerzo de la comunidad mexicano-polaca, y en particular de Jerzy Skoryna (+), que, como soldado del Ejército Nacional de Polonia y participante de la Insurrección de Varsovia, se vio obligado a salir de Polonia y se estableció en México después de la Segunda Guerra Mundial. Debido a su gran contribución, el 3 de mayo de 1959, Polonia fue confiada al cuidado maternal de Nuestra Señora de Guadalupe, mediante un acto solemne por el Primado de México del momento, el Cardenal Miguel Darío Miranda y Gómez, el sucesor del obispo Juan Zumárraga, testigo de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe, en 1531. Polonia fue el primer país europeo en encomendarse a la Patrona de América.
La celebración contó con la presencia de los hijos de Jerzy Skoryna: Stanisław y Franciszek, y de su esposa, Delia Martinem de Skoryna. Algunas familias polaco-mexicanas también llegaron, entre otros, Hernández-Lenko, Luis Adam Decelis Maciak, y algunos representantes de la Embajada Polaca en México. Los polacos habían preparado una cesta impresionante de rosas blancas y rojas para la Virgen y colocaron la bandera polaca frente al altar.
La ceremonia de bienvenida fue muy solemne. El clima estaba perfecto, el cielo lucía de un bello azul sin nubes. Unos niños dieron la bienvenida a la Bendita Madre moviendo sus globos desde los carros, haciendo la apariencia de las olas del mar.
El Icono realizó la procesión dentro de la iglesia en compañía de representantes del movimiento VidaFlorida, mientas se escuchaba hermosos cánticos del coro local. José Luis García Chagoyan, co-presidente de la Comisión Nacional de Peregrinación Mexicana, leyó unas palabras para presentar a la Virgen Negra a todos los fieles reunidos.
La solemne santa misa fue presidida por el padre José Luis Goñi Zapirain OAR. En su homilía habló de la historia del Icono de Czestochowa. También alentó a la congregación a orar por la intención de todos los que han luchado bajo el estandarte de la Virgen de Czestochowa durante los siglos. Toda la congregación oró delante del Santísimo Sacramento y del Icono, por aquellos que han sido lo suficientemente valientes como para dar la vida por su fe y su patria bajo el cuidado de la Virgen María.
La celebración contó con la presencia del movimiento local de la Divina Misericordia, que se ocupa de la imagen de la Divina Misericordia, pintado por la señora llamada Susana Segura. Susana hizo todo lo posible para seguir las instrucciones dadas por Jesús a Santa Faustina, la monja polaca y mística canonizada por San Juan Pablo II. Ella es miembro del movimiento que distribuyó las imágenes de Nuestra Señora de Czestochowa, la Divina Misericordia y la Coronilla de la Divina Misericordia bendecidos por el padre Daniel.
Al final de la Santa Misa se renovó el acto de consagración de la protección de la civilización de la vida y el amor a la Madre de Dios. El ambiente de la reunión fue muy especial. Aparte de los polacos, vinieron muchos mexicanos.
Una señora mayor, llamada Rebeca, vino desde San Luis Potosí, una de las localidades del área metropolitana de México. Ella estaba muy feliz de conocer a la Virgen de Czestochowa. Rebeca pidió la intercesión de la Virgen por toda su familia: sus siete hijos, muchos nietos y bisnietos.
Un matrimonio mexicano-belga Philippe y Olympia De la Croix también oraron junto con sus hijos. Una madre joven llegó con su pequeña, Marian. Ella había tenido miedo de que la niña se aburriera y que tal vez no sería capaz de estar tranquila durante la Santa Misa. Sin embargo, la niña estaba sentada y mirando el icono como si entendiera todo.
Para la Festividad de la Candelaria los mexicanos preparan un plato tradicional llamado "tamales". Está hecho de harina de maíz, grasa de cerdo, carne y otros aditivos, y colocado todo en hojas de maíz. También se preparan algunos dulces. Las Hermanas Agustinas Recoletas prepararos sus "tamales" que vendieron para recaudar fondos para el desarrollo de sus trabajos. Además ofrecieron algunas artesanías locales.
La celebración terminó a las 14h00 con el regreso a la iglesia de San Juan Pablo II y Santo Tomás Moro, donde se celebraba la Santa Misa, y las reliquias de primer grado del Santo Papa estaban siendo exhibidos en el altar.