"40 Días por la Vida" - la acción de la oración por la intención de salvar vidas de los niños no nacidos que comienza el Miércoles de Ceniza y dura 40 días hasta el domingo de Ramos. En México,
esta oración tiene lugar en las aceras enfrente de los centros de abortos y dura continua día y noche en muchas ciudades de México, también en la gran metrópolis que es la capital. El Icono de Nuestra Señora de Czestochowa se unió durante la última semana, desde el domingo 22 de marzo, aproximadamente a las 14:30. Una vez instalada, los primeros rezos fueron la Coronilla de la Divina Misericordia. Ella llegó acompañada, como lo ha hecho durante esta etapa de su peregrinar, de una copia fiel de la imagen dictada por Jesús a Santa Faustina Kowalska.
En la última semana de la oración, el día martes, aproximadamente a las 11:40, durante la noche sucedió un grave accidente. El exceso de velocidad de un camión jaló un cable y este arrancó de cuajo un poste con una cabina telefónica que voló alrededor de tres metros y cayó sobre la acera con un ruido aterrador. Esto sucedió a pocos metros de donde estaban 8 personas orando alrededor del icono. Cuando parecía que nada podría salvarlos, corrieron y cuando pasaron las cosas se dieron cuenta que una viga cayó justo encima del icono el que como si hubiera sido una pared invisible detuvo todo lo que les hubiera podido herir de gravedad. Gracias a Dios, no pasó nada. Los vigilantes expresaron una inmensa gratitud con la Virgen por su ayuda. Para ellos es un milagro.
En 2007, la cámara de diputados aprobó para ciudad de México el aborto sin pena hasta las 12 semanas de embarazo, a pesar de la gran protesta de la Iglesia y de la opinión pública. El Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de la Ciudad de México, impuso la excomunión a los políticos que apoyaron este proyecto de ley. Lo desafió por ella hasta el Vaticano. El Papa Benedicto XVI ha apoyado la decisión del arzobispo de México, recordando que, de conformidad con el Código de Derecho Canónico, todos los que han contribuido a la muerte del niño por nacer serán automáticamente sujetos a la excomunión. Una gran valentía del pastor del uno de las arquidiócesis más grandes y pobladas del mundo. Pero también del sucesor directo del mensaje de Nuestra Señora en su aparición de Guadalupe en 1531, Fray Juan de Zumárraga.