El Movimiento de Adopción Espiritual en Brasil ha superado definitivamente el marco de la oración privada por un niño no nacido amenazado de extinción. Ellos mismos se definen como Peregrinos de la Esperanza y defensores de la vida. El fundador y guardián espiritual de este dinámico movimiento es un misionero polaco, el obispo auxiliar de Río de Janeiro, ZdzislawStanislawBlaszczyk, conocido por los locales como Don Tiago Stanislaw.
La oración de la Adopción Espiritual llevó a los líderes a darse cuenta de las tragedias de mujeres embarazadas que, al quedar solas y sin ningún tipo de ayuda, decidían abortar, lo que provocaba la muerte de los hijos y consecuencias a largo plazo para las madres. De este modo, el Movimiento Brasileño de Adopción Espiritual se convirtió en una organización provida con un campo de acción muy amplio: desde la oración y el acto de encomendar, hasta la ayuda concreta, la creación de hogares para mujeres embarazadas y el acompañamiento psicológico y espiritual.
El obispo Blaszczyk enfatiza que la oración es la primera y más importante iniciativa que podemos asumir en cualquier asunto, incluida la defensa de la vida. “A todos los que quieran involucrarse en la defensa de la vida, les digo de entrada que la Adopción Espiritual es una opción maravillosa, y que cualquiera, sin importar la edad o la situación de vida, puede aceptarla y así provocar un cambio muy real en la vida de un niño en riesgo de aborto, así como en la vida de su madre”, añade.
Los miembros de este movimiento están muy felices con la visita de Nuestra Señora en el Icono de Czestochowa a Brasil y participan activamente en las reuniones, ayudando en su organización. Sin embargo, el gran momento llegó cuando tuvieron la oportunidad de acogerla en su propia comunidad.
Eligieron el lugar y el momento más espectaculares. En la noche del viernes al sábado, antes del Domingo de Ramos (11/12 de abril de 2025), llevaron el Icono hasta la enorme estatua del Cristo Redentor, que se alza sobre Río de Janeiro extendiendo sus brazos sobre el mundo.
Describen el evento de la siguiente manera: fuimos al Santuario del Cristo Redentor, donde, bajo el manto de Nuestra Señora de Czestochowa y el cuidado de la Beata Familia Ulma, vivimos momentos de profunda espiritualidad durante la Vigilia por la Vida. Participaron los líderes del Movimiento de Adopción Espiritual de Betim, San Paulo y Río de Janeiro.
Doris Hipólito, de la Misión de Dos Vidas, llevó a madres que recibieron asistencia de Casa de Amparo Provida (Casa de Refugio por la Vida) y Maria José Zezé Luz, conferencista y orientadora familiar que dirige la Red Colaborativa Brasil, una red de organizaciones que apoyan a mujeres víctimas de violencia y en embarazo de riesgo.
Dom Tiago Stanislaw, es decir, el obispo Blaszczyk, presidió la Santa Misa, concelebrada junto al padre Rene, de la parroquia de San Francisco de Asís en Betim.
“La defensa de la vida es un tema que nuestra Iglesia siempre ha recomendado con gran determinación a todos los católicos”, dijo el obispo Dom Tiago Stanislaw. “Como polacos, participamos en los inicios de esta gran peregrinación, pero luego cobró vida propia, una gran dimensión de recorrido por el mundo, y hoy Brasil es el trigésimo país”, destacó.
Tras la Santa Misa, se renovó el Acto de Consagración de la protección de la civilización de la vida y el amor en manos de la Santísima Virgen María. Luego se veneró a la Madre de Dios en el Icono de Czestochowa en este escenario extraordinario, donde, a los pies de la montaña, se extendían las luces de esta inmensa ciudad de más de seis millones de habitantes. Se rezaron los siguientes Misterios del Rosario y, posteriormente, la Coronilla de la Divina Misericordia. Finalmente, se adoró a Cristo Eucarístico, ubicado en una pequeña capilla en el pedestal de la figura del Cristo Redentor.
“Fue una noche extraordinaria, una vigilia extraordinaria”, dijo Zezé Luz. “La mirada penetrante y eterna de la Santísima Virgen María en este Icono es muy significativa, especialmente para las actividades provida, porque ella, viajando "De Océano a Océano", promueve la defensa de la vida humana. Nos enseña y educa a nosotras, las mujeres, a ser madres atentas, cuidadoras, protectoras y defensoras de la vida”, añadió Zezé Luz.