El viernes 7 de septiembre comenzó en Prešov, la segunda ciudad más grande en Eslovenia que se encuentra al sur del país. El Icono de Nuestra Señora de Czestochowa fue venerada durante toda la noche en la catedral ortodoxa de Príncipe San Alexander Nevsky. La liturgia divina fue celebrada por el padre Peter Dobrík.
Durante su homilía, el padre Dobrík enfatizó que los iniciadores de esta peregrinación eran miembros laicos de movimientos pro-vida, y que la Iglesia ofrece todo su apoyo como reconocimiento a su gran labor. La iniciativa expresa las luchas genuinas y la fe de los laicos, que poseen una misma preocupación sobre lo que está sucediendo en la sociedad y en el mundo. Todo esto demuestra un inequívoco apoyo a los valores cristianos tradicionales. Dar testimonio de la verdad de Dios y la oposición al pecado, son las tareas básicas de la Iglesia, que debe permanecer fiel a Cristo y perseverar en la proclamación a la verdad. Como afirmó un prelado ortodoxo: “la familia no es solo la unidad básica de la sociedad, pero también de la Iglesia doméstica”.
El Icono de Nuestra Señora de Czestochowa fue conducido a la monumental catedral gótica de San Miguel, con sus torres sobre el centro de Prešov, y fue recibida por el padre Joseph Dronsek y un gran número de sacerdotes y de fieles.
La organización pro-vida y coordinadora de la sección “De Océano a Océano” en Eslovenia, distribuyó cientos de folletos con la imagen del Icono de Czestochowa, con la oración por la vida en su revés. Luego de la misa, hubo un tiempo para la oración personal y en silencio. Luego, el Icono fue llevado a Ľutina, el último poblado antes de llegar a la frontera con Hungría. Un joven motociclista se unió al Icono en el camino, estaba muy contento de tener la oportunidad de venerarla, ofreciendo sus oraciones por las intensiones pro-vida.