En la mañana del 8 de septiembre, el Icono fue llevado a Ľutina. La ciudad es famosa por las apariciones privadas a San Nicolás en la Festividad de la Transfiguración en 1851, que fueron aprobadas por el Vaticano. Muchos grupos griegos ortodoxos peregrinan a este lugar. En 1988, el Santo Padre, Beato Juan Pablo II, consagró el nuevo santuario y la nombró basílica menor.
El Icono coincidió con un grupo de jóvenes peregrinos en Ľutina. Las celebraciones comenzaron a las 10h00 y el arzobispo Jan Babiak, SJ, prešov arzobispo metropolitano de la Iglesia Ortodoxa Griega en Eslovenia, presidió junto a catorce sacerdotes la misa. En su homilía, el arzobispo Babiak dijo que en su amor maternal, Nuestra Señora viene a sus hijos con un mensaje pro-vida muy claro. Describió la peregrinación del Icono como “un gran acto de fe de la victoria de la Madre de Dios”. Nos recordó que en la tradición oriental, el Icono de Czestochowa es conocido como la “Victoriosa Invencible”. Debemos ser consientes que, por nuestros propios esfuerzos, no podemos ganar la batalla contra el extremo y agresivo espíritu de muerte de nuestros tiempos. Debemos implorar la ayuda de Nuestra Madre, que protege la vida de su Hijo, y al mismo tiempo, desea proteger a la mujer contemporánea del gravísimo pecado del aborto. Ella ya tiene pisada la cabeza del enemigo. El mal no pudo tocarla. En su virginal pureza, Ella anhela proteger la castidad de la gente joven de hoy en día, tanto de hombres como de mujeres, así como de las parejas de matrimonio. El arzobispo también exhortó a todos los presentes a que nunca pongan en peligro la vida de los inocentes, sino que protejan la vida, contribuyendo a la victoria de la civilización de la vida sobre la cultura de la muerte. El Icono de Nuestra Señora luego fue cargado en una procesión solemne y entregada a los húngaros.