El domingo 9 de septiembre, se debía tomar una decisión entre la reparación del “Móvil Vida” y la ida a Ucrania. La decisión fue fácil, ya que era simplemente imposible seguir manejando con los frenos y las llantas dañadas. El Icono de Nuestra Señora cambió de vehículo, y se subió a una minivan perteneciente a Imre Telegasy, director del Movimiento Pro-Vida Húngaro.
Luego Ella llegó al poblado de Beregszász, en Ucrania, donde se asienta una comunidad importante de húngaros. Mientras tanto, el santuario sobre ruedas permanecía en Debrecen para ser reparado.
El viaje a Ucrania no fue fácil debido a las dificultades en el trámite para cruzar la frontera, que debía hacerse por anticipado. Temprano, cruzar la frontera entre Ucrania y Bielorrusia había sido muy difícil. Incluso estábamos preparados para que nos dijeran que todos los papeles oficiales y las estampillas de autorización no eran suficientes. Por esta razón, los pro-vida de Hungría solicitaron ayuda al Ministerio Húngaro de Asuntos Exteriores, informándoles que la peregrinación estaba bajo el patrocinio del Vice Primer Ministro Zsolt's Semjén. En esas circunstancias, la oficina consular propuso una manera más eficiente para que el Icono de Nuestra Señora cruce la frontera. El plan era colocar el Icono en la minivan de un empleado del consulado en la frontera. De esta manera, Nuestra Señora viajaría a través de Ucrania como VIP, como parte de Cuerpo Diplomático.
Cientos de ciudadanos de ancestro húngaro viven en el poblado de Beregszász. Un gran número de ellos, esperaba a la Virgen de Czestochowa con gran alegría. Este Icono tiene en su manto los mismos lirios que fueron usados por los monarcas húngaros. La misa fue celebrada en el idioma húngaro.
Luego de regresar rápidamente a Debrecen, se supo que la reparación de la urna sobre ruedas iba a necesitar más tiempo, es por eso que el Icono salió nuevamente en la minivan con destino a Rumania. La reparación de la urna se terminó con unas horas de retraso. El mecánico se negó a cobrar por sus servicios, ofreciendo su trabajo a la Virgen. El “Móvil Vida” fue en búsqueda de Nuestra Señora hasta Rumania.
En el poblado de Szatmárnémeti, el obispo Jenő Schönberger dirigió el rosario por la familia. Luego de terminar las oraciones, solicitó a los coordinadores de la peregrinación que hablaran al público del auditorio sobre la misión “De Océano a Océano”. Miles de folletos con el Icono de Nuestra Señora de Czestochowa con la oración por la vida fueron distribuidos en todas las visitas que se realizaron ese día.
A pesar de lo tarde, las personas esperaban la llegada de Nuestra Señora en la siguiente parada, en el centro de Kolozsvár, capital de Transilvania (en Rumania). Se cantó hermosos himnos en honor a la Virgen María. Luego la escoltaron hasta el centro de asistencia para los ancianos y enfermos, así como un albergue para madres solteras, financiado y dirigido por la hermana religiosa de los Camilos, Rozalia Tokay. Los adultos mayores esperaban con determinación en la capilla del centro para reunirse con Nuestra Señora, a pesar de estar débiles y cansados. La Virgen les trajo mucha alegría.