Día 26 de enero.
Cádiz es la ciudad más antigua junto al océano Atlántico, de más de 3000 años. Este día cumplimos con la llegada al océano Atlántico, aunque no era el fin de la peregrinación.
Llegamos a Cádiz a las 18:00, y la Virgen hizo entrada por el Puente Carranza, pues las Ciudades de Cádiz y San Fernando, están sobre una isla, y para acceder a ellas hay que cruzar un puente. Cerca de esta entrada, nos esperaba la comitiva que, junto con la policía local de Cádiz que nos escoltaba, nos iba a acompañar por un paseo que rodearía la ciudad de Cádiz y por las calles principales de la misma. Pasamos a la zona principal, por puerta tierra, y vimos el océano en la playa de la Caleta, donde paramos para tomar fotos de la llegada al Atlántico. 
A las 19:00, paramos ante la puerta principal de la Catedral de Cádiz, que estaba llena con más 800 personas, y donde al son de las campanas salieron a recibirnos los estandartes, guiones y faroles de las Hermandades de la Semana Santa gaditana, y desde allí hasta el presbiterio del Altar Mayor de la catedral, acompañaron en procesión a la imagen de la Virgen.
En la Iglesia, se leyó una admonición, que contaba la historia de la peregrinación y el motivo de la misma, se celebró a continuación un acto de bienvenida, en el que tras las oraciones, y ante el Sr. Obispo, Mons. D. Rafael Zornoza, distintos grupos de la diócesis de Cádiz-Ceuta, pasaron ante la Virgen presentando diversos objetos ante la Virgen identificativos de su labor por la vida y la familia; pasó también una familia, un matrimonio, de español y polaca, con su hija de menos de un mes, que ofrecieron a su hija a la Virgen, pues nada más nacer y por un error médico, sufrió una falta de oxígeno, los médicos no auguraban nada bueno, pues la niña podría morir o padecer daños irreversibles. Ellos contaron que la encomendaron a la Virgen de Czestochowa, y contra todo pronóstico, la niña esta sana y la han podido presentar ante la Virgen.
Tras este acto nos dirigimos rezando el Rosario, y en procesión tras la cruz guía, acompañados por hachones de velas encendidas, y tras los guiones, estandartes y faroles de las cofradías, y de más de 300, hasta el Santuario de los Dominicos, donde se encuentra la Virgen del Rosario, patrona de Cádiz, Tras la bienvenida se presentó de nuevo el Icono a los presentes (pues aunque llegaron muchas personas en la procesión, también había allí personas congregadas, en total más de 500) Se celebró a las 21:30 una Vigilia de Adoración ante el Santísimo, en la que se pidió por las víctimas de los abortos, por la conversión de los que los practican, y por la vida de la familia y la dignidad humana.
A las 22:30, terminada la vigilia de adoración nos dirigimos en procesión nuevamente con la escolta policial, y tras la cruz de guía y los ciriales y rezando nuevamente el santo Rosario por las calles de Cádiz, el Icono llegó hasta la Iglesia del Rosario, donde el párroco salió a recibir a la Virgen a la puerta de la iglesia y lo incensó en la calle. La gente que nos veía pasar en esta procesión nocturna se unió en parte y los que no, o bien se santiguaban o rezaban con nosotros mientras pasábamos a su lado. A pesar de las horas, al finalizar la procesión había más de 100 personas, en la Iglesia del Rosario. Aquí se rezó una letanía a los santos y se dejó el Icono toda la noche.
Día 27 de enero.- Eran las 11:00 de la mañana, cuando se iniciaron los actos del dia, aunque la Iglesia del Rosario de Cádiz, ya llevaba unas horas abierta, y los fieles pasaban a ver y orar ante la imagen de la Virgen. Antes de comenzar la Santa Misa, se rezó el Ángelus. Era el domingo de la Infancia Misionera, y con este motivo se celebró una Misa de ofrendas en la que los niños fueron los protagonistas, en la Homilía. El Párroco D. Aquiles, habló de la necesidad de defender la vida humana, ante los ataques que recibe, en especial contra el crimen del aborto. Tras la Misa nos dirigimos en Procesión por las calles de Cádiz, a la Iglesia de San Francisco, que llevan los franciscanos. Tocaron las campanas para recibir a la Virgen y se hizo un acto de bienvenida. A continuación se celebró la Santa Misa y se rezó el rosario, llevando a la Sagrada imagen de Capilla en capilla, por el interior del templo. Luego se hizo una exposición solemne del Santísimo, ante la Imagen de Nuestra Señora, y estuvo en adoración hasta las 16:00, hora en que salimos en procesión hasta la calle Alameda Apodaca, donde bajo la estatua de San francisco Javier, patrono universal de las Misiones y gran apóstol de las Indias, nos despedimos de Cádiz frente al Océano Atlántico.
Durante las procesiones y la despedida contamos en todo momento con el apoyo de la policía local de Cádiz, que nos acompañó por las calles de Cádiz hasta que salimos de la ciudad.