En la noche del 26 de octubre, dejé la Archiabadía de San Vicente en Latrobe para dar una conferencia provida a las Hermanas del Divino Redentor, en Elizabeth Pensilvania. La hermana Rosemary Horvarth SDR, la superiora, nos recibió, a mí y al Icono Peregrino de Czestochowa con una calurosa bienvenida en la casa principal de la orden.
La Congregación de las Hermanas del Divino Redentor fue fundada por la madre Alphonse Marie Eppinger (1814 – 1867) y el padre John David Reichard, en Alsace Lorraine, Francia, en 1849. La madre Alphonse fundó su congregación para cuidar a los más necesitados y pobres, especialmente a los enfermos.
Toda orden religiosa tiene un carisma o una gracia en particular. El carisma de las Hermanas del Divino Redentor es ser mediadora en los misterios de redención, vivirlos y ayudar a los demás a encontrar el camino que los lleve a ese misterio. La madre Alphonse Marie creía que la oración contemplativa y el ministerio apostólico se deben trabajar conjuntamente. El papa Benedicto XVI oficialmente reconoció las virtudes de la madre Alphonse Marie Eppinger y le dio el título de Venerable Sierva de Dios.
La madre Alphonse Marie escribió: “La Congregación está dedicada a honrar el Divino Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. Las hermanas del Divino Redentor deben honrar estos sagrados corazones, especialmente imitándolos, haciendo el bien a los más necesitados. Esta es la mejor manera de servirlos”.
El sábado oficialicé la misa y dirigí la hora santa con la adoración eucarística y la bendición. También realicé tres presentaciones sobre el tema provida, el Icono de Nuestra Señora de Czestochowa y la Peregrinación de Océano a Océano en Defensa de la Vida.
El domingo, prediqué en todas las misas de la Iglesia de Nuestra Señora de las Gracias, en Greensburg, PA en la diócesis de Greensburg. El Dr. Ralph Capone, de Pro-life Alliance Healthcare, me invitó a dar una charla sobre el Icono y de la Peregrinación de Océano a Océano en Defensa de la Vida en un almuerzo especial patrocinado por St. Gianna Sodality.
Luego de la charla, un grupo aproximado de 40 personas rezamos fuera de una clínica abortiva de Planificación Familiar, como parte de la campaña 40 Días por la Vida.
Antes de abandonar el área de Pittsburgh, concelebré misa en la hermosa Catedral del Santísimo Sacramento en Greensburgh. Más tarde, esa semana, regresé a Central Pensilvania, el 31 de octubre a la Iglesia de San Bartolomé en Wilmore. La etapa Americana de la Peregrinación de Océano a Océano comenzó el 24 de agosto del 2013 en la Fiesta de San Bartolomé, en la Isla San Clemente, en Maryland. Wilmore fue fundada por Godfrey Wilmore, un ex esclavo. La ciudad fue muy activa en la época del ferrocarril subterráneo, una especia de rutas secretas y casa seguras en el sur donde ayudaban a escapar a los esclavos hacia la libertad.
Una señora en la Iglesia de San Bartolomé me contó de un sueño que tuvo sobre un abortista que se presentaba frente al trono del Señor para ser juzgado. El abortista contestaba: “No lo recuerdo”. Entonces Dios le dijo cuántos niños había ayudado a abortar y cada uno de sus nombres.
Antes de tomar hacia el noreste a Hawk Run, oficialicé misa en la mañana, en la Festividad de Todos los Santos, en la Iglesia de la Santísima Trinidad en South Fork. Era un lugar muy pequeño. Más adelante en la peregrinación conocí a uno de los feligreses de ese lugar en Greensboro, Carolina del Norte. En mi homilía, hablé sobre lo apropiado que era que el Icono Peregrino de Nuestra Señora de Czestochowa se encuentre en ese sitio en la Festividad de Todos los Santos, ya que Ella es la Reina de Todos los Santos y posee todas las virtudes de los grandes santos. ¡Nuestra Señora, Reina de Todos los Santos, ruega por nosotros para salir victoriosos en nuestras luchas contra la cultura de la muerte!