Luego del sacrificio de la santa misa y de la despedida en la Catedral de Torun de los santos Juan Bautista y Juan Evangelista, el Icono, escoltado por la policía y la caravana azul de “Katyn Rally”, fue llevado a la Iglesia Ortodoxa de san Nicolás, el trabajador milagroso, en la misma ciudad de Torun, donde fue recibida por el pastor Nicholas Hajduczenia.
Esta pequeña pero hermosa iglesia ortodoxa está localizada justo al frente de una iglesia católica construida en estilo neo-gótico, que testifica la coexistencia permanente de las dos culturas religiosas. Esta parroquia ortodoxa fue fundada por la milicia a comienzos del siglo XX.
Las oraciones en la iglesia ortodoxa duraron tres horas. El sermón lo realizó monseñor Marek Ruminski, pastor de la Catedral Católica de Torun, aunque quien presidió la liturgia fue el pastor local. Después de cantar el Akathist, los fieles tuvieron la oportunidad para oraciones individuales y para tocar el Icono. En esta ocasión, los fieles ortodoxos no fueron los únicos que participaron de la celebración, sino también los fieles católicos, que estaban muy conmovidos por la firma del acuerdo entre las dos iglesias, por el patriarca Cyril, quien visitaba Polonia, y el arzobispo Joseph Michalik, jefe de la Conferencia de Obispos de Polonia. Los fieles reunidos, afirmaron su apoyo a esta unidad de las iglesias ante el Icono de Nuestra Señora de Czestochowa.
En la tarde, luego de una solmene y emotiva despedida, Nuestra Señora en el Icono de Czestochowa, salió de Varsovia en su “Móvil Vida”. A lo largo del camino, muchas personas se reunían en los pueblos para verla pasar. Cuando veían venir al Icono, las personas se arrodillaban y hacían la señal de la cruz, los hombres se sacaban su sombrero, como señal de su fe. El santuario sobre ruedas está decorado con hermosas y frescas flores. Nuestra Bendita Madre es recibida en Polonia con gran amor y devoción.